La mayoría de las cardiopatías congénitas requieren para su curación una intervención quirúrgica y por ello el cardiólogo presenta el caso al cirujano. El cardiólogo se pone en contacto con el cirujano y en una sesión médico-quirúrgica presenta y discuten el caso, planificando entre cardiólogo y cirujano la técnica quirúrgica más apropiada para cada caso, así como la urgencia de la intervención.
La prevención de las enfermedades cardiovasculares debe iniciarse precozmente en la infancia, tanto en niños con patologías específicas con situaciones especiales de alto riesgo, como en aquellos que por su exposición a factores pre-existentes tienen un mayor predisposición de padecer enfermedad cardiovascular en la vida adulta.
La prevención de enfermedades cardiovasculares debe ser realizada en la infancia, en niños con patologías específicas y en situación de alto riesgo y en aquellos expuestos a factores preexistentes que presenten mayor predisposición a padecer enfermedad cardiovascular en la vida adulta.
La lactancia materna normaliza la presión arterial, reduciendo el riesgo de obesidad y actuando como factor protector de la enfermedad cardiovascular.